En las mismas fachadas... Casa Nº 12 de Gran Vía de Colón

31.12.2017

Se trata de una de las primeras 57 casas que se construyeron en la Gran Vía de Colón primigenia. Se desconoce su arquitecto, pero tanto David Martín López (Martín López, 2007, Pp. 186) como Beatriz Castilla Rodríguez (Castilla Rodríguez, 2013, Pp. 98) lo atribuyen a Francisco Giménez Arévalo. Esto contrasta con lo que Pozo Felguera expone en su obra, pues asegura que el ingeniero Arévalo solo le dio los últimos toques constructivos (Pozo Felguera, 1997, Pp. 86).

El edificio estaba construido siguiendo la moda constructiva parisina que se implantó en el trazado de esta calle, por esa razón tenía una serie de bajos comerciales y en total constaba de seis pisos distribuidos en tres plantas que se coronaban con una terraza cubierta. A pesar de eso, su fachada es de corte eclecticista, al igual que casi todas las construcciones de esta calle.

Su fachada principal refleja los modelos constructivos parisinos extrapolados a la reforma granadina, por esa razón nos encontramos con una fachada homogénea y equilibrada cuyo eje principal está marcado por la portada de piedra realizada con un arco de medio punto, y tres ventanas adinteladas que dan paso a balconeras de hierro, encontrando encima de cada vano diferentes cenefas decorativas con motivos vegetales excepto en el primer vano, donde se representa a un Putti con diversos instrumentos matemáticos.

En lo referente a esta representación, el doctor Martín López afirma que "La historiografía previa aseguraba que era la alegoría del arquitecto, porque Giménez Arévalo no era arquitecto sino que había sido ingeniero industrial y uno de los mayores promotores de la Gran Vía junto con López Rubio y otros autores" (D. Martín López, entrevista personal grabada, 17/11/2017). Lo curioso es que Giménez Arévalo encarga, tanto para su residencia oficial (que es esta casa) como para la de su primo hermano esta representación. El relieve escultórico recoge la imagen de un niño que adopta una serie de motivos que son a la vez los emblemas propios de la arquitectura y elementos con simbología masónica; el yunque, un martillo, una rueda del progreso, el capitel, el plano y la pluma, la maza, la pala, la plomada, la escuadra, etc., uniéndose estos motivos con un hecho muy importante, el niño está haciendo con un compás una circunferencia. Este motivo fue usado por primera vez -un año antes- por Juan Montserrat Vergés en la Casa de Juan Lisbona en la Calle Buen Suceso (Martín López, 2007, Pp. 183).

Por lo tanto, que una persona como Giménez Arévalo utilice un modelo previo usado por un arquitecto masón, como es Vergés, no puede ser algo baladí, "es un poco raro que no tenga una connotación masónica teniendo en cuenta todo el discurso que hace en el Palacio de los Patos o en otros lados" (D. Martín López, entrevista personal grabada, 17/11/2017). Esta figura puede aludir iconográfica y estéticamente al Gran Arquitecto del Universo[1].

A sendos lados del eje principal encontramos una solución arquitectónica que estará presente en diferentes edificios de la calle; una estructura central de balconadas en cantiléver flanqueadas por vanos adintelados. Ornamentalmente, las balconadas presentan un marco arquitectónico que copia los huecos adintelados, estando estos huecos iniciado y rematados por dos molduras de escayola; la que se sitúa en la parte baja presenta una decoración de roleos y lazos vegetales, mientras que la superior se ornamenta con motivos entrecruzados aparentando ser una celosía. En cuanto a las ventanas, debemos decir que presentan la misma moldura decorativa que ya se veía en la parte central, estando -de igual manera- colocadas en la parte superior del dintel. Todo se remata con una crestería que, en el caso de las balconadas, se transforma en balaustres coronados por jarrones pétreos.

No se tiene conocimiento de que el edificio haya sido sometido a intervenciones significativas, pero sí se sabe que su propiedad es privada pues la zona baja es comercial, pudiendo encontrar el Banco Sabadell y Cajasur, mientras que el resto de las plantas tiene un uso terciario de oficinas. No está protegido pero a pesar de eso su estado de conservación es bueno.

Si nos preguntamos por su uso, debemos decir que a lo largo del tiempo la zona baja ha sido comercial, mientras que la zona alta albergaba viviendas.Hoy día continúa con una situación parecida, aunque las viviendas se han convertido en oficinas de empresas y profesiones liberales. No se encuentra abierta al público en el sentido estricto de la palabra, pues se puede acceder a las oficinas pero siempre requiriendo un servicio. Su grado de interpretación y difusión es nulo.


[1] Según René Labán, "La expresión "el Gran Arquitecto del Universo" es patrimonio de la masonería", sin embargo su origen debe buscarse en la Cábala y la religión, pues el término de Gran Arquitecto del Universo alude a Dios, no solo como creador del mundo, sino como el ente que mantiene la vida (Laban, 2006, Pp. 141-144).

Autor: Daniel Martínez Molina. 

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